Estamos en campaña electoral, y uno de los aspectos más jugosos de este tipo de acontecimientos es la cartelería empleada para engatusar al votante. Lógicamente, ahora no nos damos cuenta de la ridiculez de muchos de estos carteles electorales. Hace falta que el tiempo nos los ponga en perspectiva para que abramos los ojos ante las patochadas que los diseñadores y los expertos en marketing son capaces de perpetrar. Hagamos una búsqueda en Google y veamos que es lo que obtenemos.
Por alguna razón alguien pensó hace 30 años que Aznar con gomina era un gancho para el votante. Es evidente que se equivocaba. |
Unión y orden, lemas del fascismo de Fuerza Nueva. El pobre infeliz de Blas Piñar ignoraba como es el país que tanto decía querer. |
Al otro extremo del arco político, Julio Anguita pidiendo el voto con cara de funeral. Parecía entrever el futuro de su organización. |
Entrando ya en el terreno más bizarro, Ruiz Mateos al final solo aseguró el trabajo para un solo colectivo: el de los jueces. |
Este no podía faltar, de puro obvio. Pero no queremos que el tiempo nos haga olvidar la ocurrencia de Albert Rivera para darse a conocer, ¿verdad? |
Antes de hacer campaña diaria por el PSOE desde los micrófonos de la SER, el periodista Carlos Carnicero tuvo inquietudes políticas algo más bizarras. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario